Las ventajas fiscales, el nivel de vida, el clima y la belleza del país son algunos de los argumentos que esgrimen las, cada vez más, personas que deciden trasladarse a Andorra, solicitando para ello alguno de los permisos de residencia que el gobierno del Principado prevé en sus leyes. Uno de los que más dudas genera es la residencia pasiva: en este post la analizamos al detalle.
Tabla de contenidos
Toggle¿Qué es la residencia pasiva?
La residencia pasiva es un tipo de permiso de residencia que se concede en Andorra a personas que no trabajan activamente en el país, sino que desean residir allí por otros motivos. Este tipo de residencia es ideal para inversores, jubilados u otras personas que tengan ingresos estables de fuentes fuera de Andorra.
Como veremos más adelante, para obtener la residencia pasiva se deben cumplir ciertos requisitos financieros, como demostrar disponibilidad de ingresos suficientes para vivir sin trabajar en Andorra, realizar una inversión significativa en el país y pasar en él un mínimo de 90 días al año. Además, es necesario tener un seguro de salud y un seguro de vida que cubran en Andorra.
En función del tipo de persona que la solicite, la residencia pasiva puede clasificarse en:
- Residencia no lucrativa: implica que el beneficiario de la misma no va a realizar ninguna actividad profesional en el país y requiere una inversión mínima de 600.000 euros en activos andorranos, ya sean bienes inmuebles, acciones de una empresa nacional o deuda emitida por entidades residentes o la propia Administración Pública de Andorra.
- Residencia para profesionales con proyección internacional: elimina el requisito de inversión mínima obligatoria, pero a cambio establece la exigencia de crear o adquirir una sociedad con sede en Andorra que realice, al menos, el 85% de su actividad fuera del país. Además, esta empresa debe generar los recursos necesarios para que el solicitante y todas las personas a su cargo puedan residir en el principado.
- Residencia por motivos de interés científico, cultural y deportivo: dirigida a profesionales de estos sectores con logros importantes en sus respectivos campos. Tampoco exige una inversión mínima, pero sí deben demostrarse los éxitos obtenidos y la capacidad económica suficiente para residir en el país.
- Residencia por ingreso en centros terapéuticos privados: permite al interesado vivir en Andorra durante el tiempo que dure el tratamiento.
Tipos de residencia concedida por el gobierno de Andorra en los últimos años
Fuente: Gobierno de Andorra
Ventajas de la residencia pasiva
La residencia pasiva implica un único obstáculo, la necesidad de contar con un amplio capital, pero conlleva una serie de ventajas para las personas interesadas en la misma. Una de las más interesantes es el ahorro que supone a la hora de realizar inversiones en el país, ya que elimina la obligatoriedad de pagar la tasa de inversión extranjera.
Por otro lado, es el estatus ideal para aquellas personas que viajan mucho, ya sea por trabajo o por placer, ya que obliga a residir en el principado únicamente 90 días al año, que no tienen que ser consecutivos. Además, el control que realizan las autoridades sobre este tipo de residentes es mucho menos exhaustivo que el que sufren, por ejemplo, las personas con residencia activa por cuenta propia.
Finalmente, la residencia pasiva andorrana permite a los ciudadanos que la hayan obtenido viajar libremente por España, Francia y Portugal, lo que resulta especialmente atractivo para ciudadanos no comunitarios, que no necesitarán un visado especial para visitar estos países ni se verán limitados por el permiso de turista.
¿Qué requisitos se debe cumplir para solicitar la residencia pasiva en Andorra?
Lógicamente, dadas las ventajas que ofrece este tipo de residencia, es necesario cumplir una serie de condiciones, todas ellas encaminadas a acreditar la solvencia económica del solicitante, para poder obtenerla:
- Adquirir, o bien alquilar, una propiedad inmueble dentro de las fronteras del principado.
- Realizar una inversión mínima de 600.000 euros, ya sea en bienes inmuebles, productos bancarios con ISIN andorrano o en una empresa con sede social en el país.
- Acreditar una residencia de al menos 90 días (no necesariamente consecutivos) en Andorra.
- Acreditar la buena conducta, mediante un certificado de ausencia de antecedentes penales debidamente apostillado.
- Aportar un certificado médico realizado en el principado y seguro médico privado.
- Realizar un depósito de 47.500 euros más 9.500 euros por cada persona a cargo en la Autoridad Financiera de Andorra. Esta cantidad no genera rendimiento alguno ni se puede disponer de ella, pero se recupera en el caso de abandonar el principado.
- Acreditar que se dispone de solvencia económica para vivir en el país, demostrando ingresos de al menos el 300% del salario mínimo andorrano (1.286,13€ en 2023), así como el 100% extra por cada persona a cargo.
Además, se deberá pagar 2.500 euros por la expedición de la tarjeta de residencia, más 500 euros extra por la tarjeta de cada persona a cargo, ya sea cónyuge o hijos.
¿Es lo mismo residencia pasiva que residencia fiscal?
Como ya hemos mencionado, la residencia pasiva obliga a la persona que la obtiene a residir en el Principado, al menos, 90 días al año. Ahora bien, son las regulaciones fiscales internacionales las que establecen dónde debe pagar sus impuestos una persona en función de su residencia real.
Por ejemplo, las leyes españolas dictan que se consideran residentes fiscales en España, y por tanto deben pagar impuestos en el país, todas aquellas personas que residan en el mismo más de 183 días. Por lo tanto, residir en Andorra únicamente los 90 días que requiere la residencia pasiva no implica tributar en el principado y el país de origen puede exigir el pago de los impuestos, con la sanción o recargo correspondiente.
Preguntas Frecuentes
¿Qué tipo de perfiles suelen solicitar la residencia pasiva?
Por los requisitos que implica y las ventajas que ofrece, la residencia pasiva está orientada a personas que no necesitan trabajar para mantenerse, como jubilados o inversores, o bien a profesionales con gran proyección internacional, como científicos, artistas o deportistas con grandes logros en su haber.
¿Qué inversión es necesaria para solicitar la residencia pasiva en Andorra?
En el caso de inversores, la cantidad mínima asciende a 600.000 euros + 9.500 euros por cada persona a cargo, excepto en el caso de que la inversión se realice en el Fondo de la Vivienda andorrano, en cuyo caso baja hasta 400.000.
El resto de perfiles deberá invertir 47.500 euros + 9.500 por cada persona a cargo, ya sea cónyuge o hijos.
¿Por cuánto tiempo se otorga este tipo de residencia?
La primera expedición tiene una validez de 2 años, pasados los cuáles se puede renovar por otros dos años. Una vez transcurridos, la siguiente renovación será por 3 años más. Al finalizar este periodo, se puede solicitar una permiso de larga duración, con una validez de 10 años, y que permite renovaciones indefinidas.
¿Cuáles son los límites e incompatibilidades de la residencia pasiva?
La residencia pasiva es una gran opción para aquellas personas que no necesitan trabajar para mantenerse y exactamente ese es el límite que tiene, ya que no es compatible con el trabajo activo en el país.
En el caso de los perfiles profesionales con gran proyección internacional sí permite trabajar, pero obliga a que al menos el 85% de sus ingresos provengan de otros países, pudiendo generar en Andorra únicamente el 15% de sus rentas. En caso de superar esta cifra, se debe pasar a residencia activa, con todos los cambios que ello supone.