El texto del Sr. Augé destaca la evolución del turismo en Andorra, señalando que a principios de los 2000 se alcanzaron 12 millones de turistas, cifra que descendió a menos de 8 millones durante la crisis financiera global de 2010/11. Para enfrentar la crisis, Andorra liberalizó la inversión extranjera, lo que llevó a una recuperación y diversificación económica parcial. En 2023, el país registró 9,3 millones de visitantes, con un aumento notable en los turistas que pernoctan y un crecimiento del 24,3% en turistas de nacionalidades más lejanas.
En este sentido, subraya que la sostenibilidad del turismo de masas ya no es viable y que el futuro radica en el turismo de calidad, que aporta más a la economía local. Este cambio requiere una promoción activa en mercados más lejanos y el desarrollo de ofertas turísticas diferenciadas como el mindfulness, el turismo de salud y eventos especializados. Además, se advierte sobre la necesidad de una reestructuración de la movilidad y una evaluación de la capacidad de carga del país para garantizar la sostenibilidad. Finalmente, se resalta la importancia de que los beneficios económicos del turismo de calidad se traduzcan en una mejora del poder adquisitivo y calidad de vida de los ciudadanos andorranos.