Errores más Comunes en el Impuesto sobre Sociedades: España y Andorra
El Impuesto sobre Sociedades (IS) es una de las principales obligaciones fiscales para las empresas. Aunque su estructura general es similar en muchos países, los detalles del cálculo y las deducciones varían significativamente según la jurisdicción. Tanto en España como en Andorra, el desconocimiento de la normativa o errores en la aplicación pueden derivar en sanciones, recargos o la pérdida de beneficios fiscales. A continuación, exploramos los errores más comunes en ambos sistemas fiscales.
1. Errores en la amortización de activos
La normativa establece criterios específicos para la amortización de activos según su tipo. Aplicar coeficientes incorrectos o no amortizar activos cuando corresponde puede generar diferencias fiscales, afectando tanto la base imponible como las deducciones aplicables.
2. Deducciones mal aplicadas o no utilizadas
Tanto España como Andorra ofrece un abanico de deducciones fiscales (aunque cada vez más limitadas), como las de I+D+i, por creación de empleo o por inversiones medioambientales. No conocer estas deducciones o aplicarlas de forma incorrecta (por ejemplo, no documentar adecuadamente los gastos de I+D) puede resultar en la pérdida de beneficios fiscales o en ajustes durante una inspección.
3. No compensar bases imponibles negativas correctamente
Las empresas con pérdidas de ejercicios anteriores pueden compensarlas en ejercicios futuros, pero este beneficio tiene ciertas reglas, requisitos y límites que deben aplicarse correctamente.
4. Errores en la valoración de operaciones vinculadas
Las operaciones entre empresas del mismo grupo o con socios vinculados deben valorarse a precios de mercado y documentarse mediante un informe de precios de transferencia. No cumplir con esta obligación o cometer errores en la valoración puede derivar en ajustes fiscales y sanciones.
5. No declarar correctamente los pagos fraccionados
El IS español exige realizar pagos fraccionados a lo largo del ejercicio. Calcular erróneamente estos pagos puede generar intereses de demora y recargos. Además, no considerar adecuadamente las bases imponibles negativas o los cambios en el tipo impositivo del ejercicio puede alterar el cálculo.
6. Confundir criterios del IS y el IGI
Para una misma tipología de gastos, en ocasiones cada impuesto fija criterios de deducibilidad diferentes (por ejemplo, para vehículos o gastos de atención a clientes). Esto puede llevar a que un mismo tipo de gasto sea considerado deducible a los efectos de IVA/IGI pero no de Impuesto sobre Sociedades. No separar adecuadamente los criterios aplicables puede llevar a declaraciones incorrectas y sanciones administrativas.
7. Errores en la consolidación fiscal
Las empresas que forman parte de un grupo consolidado (tanto en Andorra como en España) deben cumplir con criterios específicos para tributar de manera conjunta. La delimitación del perímetro del grupo fiscal en ocasiones puede ser complicada y exige el cumplimiento de requisitos formales y comunicaciones específicas. El descuido en este punto puede conllevar a la inaplicación del régimen.
8. Errores en el tratamiento de deterioros de cartera
Los deterioros de valor de participaciones en otras empresas son un aspecto sensible en el IS. Especialmente en España, desde la reforma fiscal de 2015, estos deterioros dejaron de ser fiscalmente deducibles en términos generales, salvo en casos excepcionales, como la liquidación o extinción de la entidad participada. La normativa ha sufrido numerosas modificaciones y pueden resultar de aplicación regímenes transitorios que complican el seguimiento fiscal y contable de dichos ajustes. Aplicar erróneamente esta deducción puede generar importantes ajustes fiscales durante una inspección y sanciones económicas. Es crucial revisar si el deterioro cumple con las condiciones fiscales específicas antes de reflejarlo en la declaración.
Conclusión
El Impuesto sobre Sociedades es más que una declaración anual pero también una herramienta para optimizar la carga fiscal de las empresas dentro de los límites legales. Tanto en España como en Andorra, cumplir con la normativa exige un conocimiento profundo de las particularidades de cada jurisdicción.
En nuestro despacho, ayudamos a empresas de ambos países a identificar oportunidades fiscales y evitar errores que puedan afectar su rentabilidad. Si necesitas asesoramiento personalizado, no dudes en contactarnos.
