La gestión empresarial: Contabilidad Analítica

La gestión empresarial: Contabilidad Analítica

El artículo 70 del Texto refundido de la Ley 20/2007 de Sociedades anónimas y de responsabilidad limitada, regula la obligatoriedad de llevar una contabilidad ordenada y adecuada al objeto social de acuerdo con los parámetros y principios que establece el Texto refundido de la Ley 30/2007 de la contabilidad de los empresarios y el Plan general de contabilidad de Andorra. Así pues, siempre que se habla de la contabilidad, tendemos a pensar en la contabilidad financiera ya que esta es de obligado cumplimiento, legitima la propiedad de los accionistas y empresarios y refleja el valor patrimonial y los resultados obtenidos en el conjunto de documentos que forman parte de las Cuentas Anuales y que todo empresario está obligado a formular, aprobar y presentar frente a las autoridades gubernamentales.

No obstante lo anterior, existe otra contabilidad que sin ser de carácter obligatorio, resulta clave y de vital importancia para llevar a cabo una correcta y eficaz gestión empresarial. Esta contabilidad es la que se conoce con el nombre de Contabilidad Analítica o Contabilidad de costes.

La principal diferencia entre la contabilidad financiera y la contabilidad analítica radica en el hecho que la primera, se encarga de recoger, clasificar, resumir e informar sobre las operaciones realizadas en el seno de la actividad empresarial, así su función consiste en recoger la historia económica de la empresa y es de carácter anual; mientras que la segunda, se encarga de hacer un análisis exhaustivo de los costes y tiene como objetivo principal, registrar, acumular, distribuir, controlar, analizar, interpretar e informar sobre los costes de producción, distribución, administración y financiamiento y resulta por tanto, una herramienta fundamental para la optimización y control de los recursos de la empresa.

Esta contabilidad juega un papel imprescindible para la toma de decisiones empresariales ya que aporta información de gran valor a la hora de determinar cuales de las actividades que realiza la empresa requieren de más o menos recursos, cuales aportan valor, cuales son rentables, a que precios hay que ofrecer los productos y/o servicios, que costes se pueden asumir y cuales hay que suprimir y así hasta una gran multiplicidad de parámetros que ayudan a la dirección a tomar decisiones tan importantes que acabarán definiendo los márgenes comerciales y los beneficios de las empresas.

¿Y por qué resulta tan relevante el papel de la contabilidad analítica dentro de las empresas? Pues porque la contabilidad financiera por si sola, comporta una cierta opacidad de información. Se han dado multiplicidad de casos de empresas que se han visto obligadas a su cierre por haber obtenido pérdidas durante ejercicios contables consecutivos cuando en realidad, se hubiesen podido sanear con una correcta contabilidad analítica. Esta, habría podido mostrar con gran detalle en cuales de los productos y/o servicios que la empresa ofrecía se estaban generando las pérdidas, cuales aportaban beneficios o donde se estaban invirtiendo demasiados recursos humanos o financieros, incluso nos hubiésemos podido encontrar que bastaba la supresión de determinados procesos, para revertir los resultados negativos y finalmente empezar a obtener beneficios.

Así de importante resulta la contabilidad analítica en las empresas, pues permite realizar un análisis minucioso de la estructura empresarial, de sus procesos, de las diferentes actividades y del origen y destino de los diferentes recursos.

A lo largo del tiempo, esta contabilidad ha sido objeto de estudio por parte de los expertos en la materia, que han diseñado diferentes modelos analíticos que han sido puestos a prueba dentro del tejido empresarial obteniendo mejores resultados, algunos frente a los otros, en función del tipo de negocio.

Los modelos más testeados y que mejores resultados han arrojado son los siguientes:

  • Modelo Full Costing (costes completos): este modelo se basa en que todos los costes de producción en los que incurre la empresa para la obtención de los productos y servicios, deben incorporarse a la valoración de los mismos. Se analizan los costes por su naturaleza y se separan entre costes directos (relacionados con la producción) y costes indirectos (sin relación con la producción).
  • Modelo Direct Costing (coste variable): según este modelo, el coste del producto en un periodo únicamente absorbe los costes variables de producción y venta (tanto los directos como los indirectos), ya que los costes fijos, al ser independientes del volumen de producción, no se consideran costes del producto si no del periodo y por lo tanto van directamente al resultado sin repercutirlos a la producción.
  • Modelo Activity Based Costing o modelo ABC (basado en el coste de las actividades): en este modelo la asignación de los costes directos es inmediata midiendo y controlando los consumos, similar a como se hace en los modelos anteriores pero la particularidad está en la asignación de los costes indirectos, que igualmente se asignan a los productos, pero a través del consumo de inductores de coste de cada una de las actividades que se desarrollan.

Es pues indudable que la correcta implementación de una contabilidad analítica aumenta la competitividad de las empresas ya que aporta información que nos permite diseñar estrategias empresariales y comerciales mucho más adaptadas y minuciosas. Nos permite igualmente detectar disfunciones dentro de los procesos productivos y desarrollar mecanismos que nos permitan corregirlas, suprimiendo todas las actividades auxiliares que resulten superfluas y que supongan un coste para la empresa y reorientando los recursos para potenciar y optimizar aquellas ramas de actividad que aporten un valor añadido y una mejor rentabilidad favoreciendo así la obtención de un mayor beneficio.

Para poder implementar una correcta contabilidad analítica, son necesarias herramientas que nos permitan recabar todo tipo de datos e información de utilidad, pero sin que los procedimientos resulten demasiado costosos en tiempo, recursos materiales y económicos. Es aquí donde juegan un papel muy importante los diferentes softwares de gestión, principalmente los ERP (Enterprise Resource Planing) y los CRM (Customer Relationship Management) que se van nutriendo de forma sencilla y dentro de los procesos cotidianos de las actividades empresariales, de todo tipo de información de gran valor y utilidad.

Así pues, si se está encontrando con dificultades a la hora de optimizar los recursos de su empresa, o quiere estudiar si se puede incrementar su rendimiento, nuestro equipo de profesionales estará encantado de asesorarlo y acompañarlo en el proceso de implementación de una contabilidad analítica que le permita potenciar los resultados y la competitividad de su negocio.

Diana Garmón

Augé Legal & Fiscal

Otros artículos de interés