Con la llegada de 2025, el panorama fiscal en España experimenta modificaciones significativas que afectarán tanto a ciudadanos como a empresas. Año nuevo, nuevas subidas:
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF):
Rentas del Ahorro: Se incrementa el tipo impositivo para las rentas del ahorro que superen los 300.000 euros, pasando del 28% al 30%.
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA):
Productos de Primera Necesidad: Tras una reducción temporal en 2024, el IVA para alimentos básicos como pan, leche, huevos y frutas se incrementa al 4% a partir de enero de 2025.
Electricidad: El tipo impositivo regresa al 21%, lo que podría incrementar las facturas eléctricas entre 106 y 118 euros anuales.
Nuevos Gravámenes:
Tasa de Basuras: A partir de abril de 2025, todos los ayuntamientos deberán implementar una tasa obligatoria para la recogida y gestión de residuos, estimada entre 165 y 200 euros anuales por hogar.
Impuesto al Diésel: Se equipara la fiscalidad del diésel con la de la gasolina, incrementando el impuesto en 9,369 céntimos por litro, lo que supondrá un aumento total de 11,33 céntimos por litro al añadir el IVA.
Productos Relacionados con el Tabaco: Se introduce una nueva tasa para líquidos de cigarrillos electrónicos y bolsas de nicotina, que comenzarán a tributar como el tabaco convencional a partir de abril de 2025.
Impuesto sobre Sociedades:
En contraste con la tributación para las personas físicas, para pequeñas empresas sí que hay algunas mejoras fiscales:
Micropymes: Las empresas con una cifra de negocios inferior a 1 millón de euros verán reducido su tipo impositivo del 23% al 17% para los primeros 50.000 euros de base imponible.
Pymes: Aquellas con una cifra de negocios inferior a 10 millones de euros experimentarán una reducción progresiva del tipo impositivo, que disminuirá un punto porcentual en los próximos años hasta llegar al 20% en 2029.
Se estima que estas modificaciones supondrán para el hogar medio un coste adicional de entre 300 y 400 euros anuales adicionales en impuestos.
Andorra, una alternativa cada vez más competitiva
En contraste con estas subidas de impuestos en España, Andorra refuerza su atractivo como destino fiscal competitivo dentro de Europa. Con tipos impositivos considerablemente más bajos en el IRPF, el Impuesto sobre Sociedades y el IVA (que se mantiene en un reducido 4,5%), el Principado sigue captando la atención de empresas, emprendedores y particulares que buscan un entorno fiscal más favorable. Estas diferencias hacen de Andorra una opción cada vez más valorada frente a sus vecinos, especialmente en un contexto de creciente presión fiscal en países como España o Francia.
Estas medidas reflejan la intención del Gobierno de incrementar la recaudación fiscal en diversos sectores sumado a la negativa a deflactar el IRPF, lo que tendrá un impacto directo en la economía de los contribuyentes. Es recomendable mantenerse informado y, en caso necesario, buscar asesoramiento para adaptarse a estos cambios.
