Actualmente, Andorra es un mercado financiero en crecimiento que atrae a una gran diversidad de inversores y clientes. Sin embargo, para garantizar la seguridad y protección de los clientes, la oferta de servicios financieros está estrictamente regulada. En esta newsletter analizaremos esta regulación y cuáles son sus límites.
¿Qué son los servicios financieros y quién puede ofrecerlos?
Los servicios financieros comprenden una amplia gama de actividades cuyo objetivo es la gestión, inversión, intercambio o protección de recursos económicos. Entre estos servicios se incluyen:
- Actividades bancarias: Aceptación de depósitos, concesión de préstamos y créditos, gestión de cuentas de pago y otras operaciones propias de las entidades bancarias.
- Servicios de inversión y gestión financiera: Administración de carteras, asesoramiento financiero, intercambio de activos financieros y comercialización de productos de inversión.
- Servicios de pago y dinero electrónico: Transferencias, procesamiento de pagos y emisión de dinero electrónico.
- Servicios de seguros y reaseguros: Intermediación y contratación de productos aseguradores.
No obstante, la prestación de estos servicios no está abierta a cualquier persona o empresa. Según la legislación andorrana, solo las entidades debidamente autorizadas por la Autoridad Financiera Andorrana (AFA) pueden ofrecer servicios financieros de manera habitual o profesional. Esto implica que cualquier persona física o jurídica que quiera desarrollar actividades bancarias, financieras, de pago o de dinero electrónico debe obtener una autorización expresa y estar inscrita en los registros correspondientes.
Excepciones a la obligación de autorización
Aunque el sistema legal andorrano es estricto en la regulación de las entidades financieras, existen excepciones en casos concretos. La ley establece excepciones puntuales, y una de las más relevantes es cuando una entidad no presta servicios a terceros, sino que limita su actividad al ámbito económico de sus propios accionistas.
Esto significa que estas entidades no pueden ofrecer servicios financieros de manera generalizada en el mercado, sino que solo pueden actuar en beneficio de sus propietarios o socios. Este tipo de excepción es especialmente aplicable a sociedades de tenencia de participaciones o de gestión patrimonial que operan exclusivamente por cuenta propia.
Es importante destacar que esta excepción no puede ser utilizada para ofrecer servicios financieros, directa o indirectamente, a clientes externos, ya que su finalidad es estrictamente interna y no de mercado. Esto garantiza una línea clara entre las operaciones internas de grupos empresariales o patrimoniales y las actividades financieras destinadas al público en general.
Sanciones por ofrecer servicios financieros sin autorización
Las personas físicas o jurídicas que ofrezcan servicios financieros sin estar debidamente reguladas pueden enfrentarse a sanciones severas, que incluyen:
- Multas significativas.
- La prohibición de continuar con las actividades financieras.
- Responsabilidad civil o penal en casos graves.
Además, operar sin regulación puede suponer un riesgo reputacional para la persona física o jurídica, tanto en el sector financiero andorrano como en el extranjero.
La importancia del asesoramiento legal especializado
Dada la estricta regulación y las posibles sanciones, es esencial que las empresas y profesionales que deseen operar en el sector financiero en Andorra cuenten con asesoramiento legal especializado para garantizar el cumplimiento normativo.
Si tienes dudas sobre si tu actividad requiere autorización o quieres asegurarte de que cumples con la normativa vigente, en nuestro despacho te ofrecemos asesoramiento especializado en derecho financiero y regulador. Contacta con nosotros para recibir un análisis personalizado y evitar posibles riesgos legales.
